En este punto Jesús ya había sido juzgado por los integrante del sanedrín, más específicamente por Caifás (líder religioso en ese momento). Ellos, lo llevaron ante Pilato, el emperador de Roma. El sanedrín no tenían pruebas para acusarle de ningún delito, e inventaron acusaciones para poner a Jesús delante de Pilato para que fuese juzgado.
La incredulidad es el tema principal en estos pasajes, ya que es impresionante ver como Pilato y los el Sanedrín estuvieron delante del Señor y Salvador, el Autor de la Vida y no pudieron creer en él. De este pasaje podemos llegar que la incredulidad te lleva a 3 cosas: a no creer en cristo como SEÑOR Y SALVADOR (no puedes creer en él como tu salvador y no como tu señor, van totalmente ligadas), a alejarse de los caminos de Dios, ( Esto implica para creyentes y no creyentes, ya que podemos estar en una iglesia pero no ejercer nuestros dones, no servir al Señor en ella y eso demuestra nuestra incredulidad) y por último la incredulidad no te permite ver las cosas de arriba (así como Pilato no podía entender las palabras de Jesús cuando le decía que su reino no es de este mundo, ya que su incredulidad no le permitía ver los propósitos y los planes de Dios).
Nunca hay que olvidar que la incredulidad es totalmente responsabilidad de cada uno y NO HAY EXCUSA, así como Pilato es totalmente responsable por lo que hizo, al igual que el sanedrín. Somos responsables de nuestro pecado y por él seremos juzgados.
Servicio dominical del 27 de Enero de 2018 por el pastor Orlando Collí