Hechos 8

Una obediencia extraordinaria | Hechos 8:26-40

Después de la muerte de Esteban, Saulo empieza una gran persecución que hace que varios de lo creyentes de la iglesia de Jerusalén, se fueran a otras partes a predicar el evangelio. En estos versículos, vemos al diácono Felipe y conocemos las voces que escucho Felipe al momento de evangelizar: escuchó al ángel enviado por Dios, escuchó al Espíritu Santo y, por último, escuchó al Eunuco. A través de este mensaje conocerás en consiste la evangelización a la luz del libro de Hechos.